Max Born, el hombre que hizo a Dios jugar a los dados

Sergio Barbero Briones

Resumen


Pocas veces un científico es capaz de descubrir algo que haga temblar los mismos pilares sobre los que se asienta la física. Max Born (1882-1970) fue uno de estos privilegiados. A pesar de que por su humilde carácter él mismo no lo considerase como tal, su audaz interpretación estadística de la función de onda de  Schrödinger siempre será recordada como la estocada definitiva a la noción determinista de la física clásica. La posición espacio-temporal de una partícula ya no podría ser determinada de manera exacta y unívoca. No fue la única de las contribuciones de alguien que no solo aportó grandes cosas a la física, sino que, como ser humano comprometido que fue, ejemplificó el despertar ético en la ciencia moderna.


Palabras clave


Max Born; historia de la física cuántica; historia de la ciencia del siglo XX

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